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¿Puede su empleador despedirla debido a limitaciones del embarazo?


El embarazo impone muchas exigencias al cuerpo de la mujer. Necesitará cambiar su forma de comer y eliminar ciertos posibles factores de riesgo que podrían poner en peligro a su bebé. Especialmente si una mujer tiene un alto riesgo de sufrir ciertas complicaciones, si está embarazada de varios bebés o si se encuentra en las últimas semanas de su embarazo, puede estar sujeta a limitaciones con respecto a las funciones laborales que puede realizar.

Aunque algunas mujeres pueden hacer su trabajo hasta que se ponen de parto, otras pueden necesitar limitar lo que levantan, mantenerse alejadas o incluso comprometerse a descansar en cama. ¿Puede su empleador despedirla de su trabajo debido a restricciones médicas relacionadas con su embarazo?

El embarazo es una condición médica protegida

Existen varias leyes laborales federales que extienden ciertas protecciones a las mujeres embarazadas y las nuevas madres. El embarazo es una condición médica que califica para adaptaciones razonables según la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA). Las nuevas madres y aquellas sujetas a restricciones médicas también pueden calificar para una licencia no remunerada según la Ley de Licencia Médica y Familiar (FMLA).

A veces, las mujeres que trabajan para empresas muy pequeñas o las que han asumido recientemente un nuevo puesto pueden no tener tanta protección legal como aquellas que han estado en el mismo negocio durante años o que trabajan para empresas más grandes.

Sin embargo, las mujeres embarazadas generalmente deberían poder solicitar adaptaciones razonables, como cambios en sus responsabilidades laborales, durante el embarazo. Solicitar tiempo libre para recuperarse después del parto y esperar volver a la misma posición después de una licencia deberían ser opciones para las mujeres embarazadas.

La discriminación por embarazo perjudica a las nuevas familias

Una mujer que acaba de tener un hijo o que se encuentra en los últimos meses de embarazo tendrá dificultades para conseguir un nuevo trabajo. Además, tendrá mucha presión financiera para mantenerse a sí misma y a su nuevo hijo.

Un empleador que despide a una mujer durante su embarazo porque la empresa no se adapta a sus síntomas potencialmente está involucrado en un acto de discriminación por embarazo procesable. Las mujeres que han perdido sus empleos o que tuvieron que realizar responsabilidades laborales inseguras porque su empleador no las cumplió a mitad de camino pueden tener motivos para presentar una demanda contra su empleador.

Reconocer la discriminación por embarazo como la fuente de sus dificultades profesionales podría motivarla a tomar medidas contra la empresa.