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El equipo de caída adecuado podría prevenir accidentes en residencias de ancianos


La prevención de caídas es un gran problema en los hogares de ancianos. Los residentes de residencias de ancianos suelen correr riesgo de sufrir caídas, especialmente cuando toman medicamentos que les producen mareos o cuando tienen problemas de equilibrio.

Cuando el hogar de ancianos sabe que alguien tiene antecedentes de caídas, es responsabilidad del hogar comenzar a tomar medidas para prevenir las caídas. El personal debe ser consciente de los problemas comunes que podrían provocar caídas, como:

  • Debilidad muscular
  • Problemas de marcha
  • Peligros en el asilo de ancianos, como pisos mojados
  • Efectos secundarios de la medicación
  • Problemas con el movimiento
  • Uso inadecuado/incorrecto de ayudas para caminar

Estos y otros problemas pueden provocar caídas, por lo que el personal debe interesarse activamente en eliminar los peligros y mitigar el riesgo de caídas con las herramientas adecuadas.

¿Cómo puede intervenir una residencia de ancianos para prevenir caídas?

Un asilo de ancianos puede intervenir para prevenir caídas identificando el riesgo del paciente y luego abordando esos riesgos directamente. Por ejemplo, si uno de los residentes tiene problemas de equilibrio y no puede moverse de la cama a una silla de ruedas o al baño por sí solo, es posible que el personal necesite colocar alarmas de prevención de caídas en la cama de la persona para avisarle cuando la persona se sienta o se siente. está intentando levantarse de la cama. De manera similar, podrían darle al individuo un botón de llamada para informar a la estación de enfermería que necesita levantarse.

Para otra persona, un cambio de medicamentos o un aumento de líquidos puede ayudar a minimizar los efectos secundarios que la marean o la ponen en mayor riesgo de sufrir caídas.

¿Por qué siguen ocurriendo caídas en los hogares de ancianos?

A veces, las caídas ocurren debido a negligencia u otros problemas en el asilo de ancianos. La falta de personal puede dificultar que alguien responda a la luz de llamada para ayudar a alguien a ir al baño. Sentirse abrumado por un paciente que ha llamado varias veces puede hacer que alguien deje de revisarlo nuevamente. Estos y otros problemas deben abordarse, porque si alguien resulta herido, puede tener un caso contra el asilo de ancianos por negligencia o mala práctica que provocó sus lesiones.